Mallo Rodriguez Bernal, coordinadora de ed. Infantil: "la importancia de nuestras palabras" - Centro de Educación Infantil Dolores Ramos
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Mallo Rodriguez Bernal, coordinadora de ed. Infantil: «la importancia de nuestras palabras»

En reiteradas ocasiones los adultos tendemos a pesar que los niños no entienden y justificamos muchas de sus acciones con la respuesta: “Es que son niños”. Lamentablemente nos olvidamos de que los más pequeños/as son personas que por su falta de experiencias no tienen las herramientas o estrategias para solucionar un conflicto.

Los niños/as utilizan a los adultos que tienen más cerca de referencia para crear su identidad ya que son modelo y ejemplo para ellos. Es sorprendente lo mucho que los gestos y las expresiones definen a una persona y cómo esa información es trasmitida a los hijos..

Aunque sabemos perfectamente que esto es un hecho, los adultos no nos preocupamos por mejorar cada día, y no nos damos cuenta del poder que tienen las palabras empleando muchas veces comentarios inapropiados o transmitiendo valores incívicos para esta sociedad.

El vocabulario o las expresiones que utilizamos tienen mucho peso en el modelo que queremos transmitir. Es importante que cuidemos el cómo decimos las cosas ya que nuestras palabras pueden ser grabadas en pequeños cerebros y ser reproducidos en el futuro.

Por eso es tan importante vigilar los términos que utilizamos cuando nos referimos a los más pequeños. Nuestras palabras pueden llegar a definir la personalidad de un individuo y no debemos ser nosotros quien influya en este aspecto, su personalidad debe ser creada a partir de sus experiencias y sus percepciones sobre el mundo, por lo que es nuestra responsabilidad ofrecerle las mejores experiencias vitales de las que pueda aprender.

¡Qué importante es criticar la acción y no la persona! Es importante que cuando llamamos la atención a los niños sobre un comportamiento reprobable no nos refiramos a la persona. Por eso es importante decir: “¡Qué desorden!” en vez de “¡Eres un desordenado!”, “¡Qué despiste!” en vez de “¡Qué torpe eres!”

La autoestima o confianza en sí mismo se crea a partir de la imagen que los adultos de referencia tienen sobre él, como sociedad queremos que los niños/as sean estables y fuertes mentalmente ya que tienen más posibilidades de ser adultos felices. Tenemos que concienciarnos de que el lenguaje es un factor clave en la formación de un niño.

Luego no nos sorprendamos si en el futuro nuestros hijos/as utilizan esas expresiones o comentarios en nuestra contra ya que habremos sido nosotros los que hayamos implantado ese modelo.