
12 Abr Mi profe,
mi héroe
Cada mañana llego al cole y me espera en la puerta una sonrisa y los brazos abiertos. Me gusta saber que se alegra de verme cada día y que, a pesar de sus problemas familiares, conflictos en el trabajo o del ajetreo diario, deja todo de lado para dármelo a mí.
Es mi profe, alguien que se esfuerza cada día para inspirarme y crear mi mejor versión. Se preocupa por que me lo pase bien, me sienta seguro y sea feliz las ocho horas de mi día durante nueve meses del año.
Al empezar su formación nunca pensó que con el tiempo se convertiría en costurer@, albañil, artista, cantante, actor, psicólogo, diseñador, director de orquesta, animador de eventos, líder y madre o padre. Pensó que con saber matemáticas básicas, escribir un par de letras y conocer que el río más importante de Galicia es el Miño, bastaría.
Pero… ¿Cómo se enseña un valor numérico? ¿Cómo le pides a un niño que no es capaz de coger un lápiz que escriba su nombre? O ¿Cómo pueden aprender la empatía y el respeto?
Y lo más importante: ¿Cómo se enseña lo mismo a 25 personalidades, 25 ritmos de aprendizaje diferente, 25 formas de pensar y 25 formas de aprender en una mañana?
Entonces fue cuando se armó de valor y decidió ser un héroe. Se comprometió a aprender un poco más cada día, a entendernos, a aprender de informática, idiomas y costumbres de otros lugares. Dedicó sus horas libres a aprender de otros profesores, a leer sobre neuroeducación, a asistir a congresos… en definitiva, a renovarse, porque no es profe de 9 a 18.00 horas: Es maestro como forma de vida.
Y por si toda esta dedicación y pasión no fuera suficiente, se sacrificó para ser maestro de Infantil dónde los llantos, conflictos sociales, accidentes y discrepancias son el pan de cada día. Sacó de su bolso de Mary Poppins un bote cargado de calma y paciencia para escucharnos, hablarnos y abrazarnos cuando lo necesitamos. Sonreír cuando el cansancio la supera y agacharse 500 veces en una misma mañana para mirarnos a los ojos… todo, por nosotros.
Su cabeza no para de crear, imaginar y diseñar. De lunes a viernes se pone la capa de superhéroe para aguantar nuestras inquietudes y curiosidades, y sobre todo para hacernos reír. Gracias por la paciencia, por las ganas de trabajar y por cogernos de la mano y ayudarnos a descubrir el mundo. Gracias por hacernos sentir bien en nuestra segunda casa.
Ahora les toca descansar y coger fuerzas porque volveremos cargados de energía y dando guerra.
¡Felices vacaciones!